Consejos para conseguir que los niños se interesen por la fotografía


Una de las preguntas que más me he hecho a mí misma en el último tiempo ha sido "¿cómo podría hacer que Ali se interesara más por la fotografía?"
Ali tiene cinco años, es mitad prima mitad sobrina (aún no hemos definido muy bien los roles en la familia) y desde muy pequeña ha sido mi modelo favorita. A los dos años se volvió loca con una cámara compacta que encontró en casa y durante meses se pasaba las tardes en casa haciéndoles fotos a Donna, mi perrina, pero al hacerse mayor no quiso saber nunca nada más sobre sacar fotos. 

Esto me dio mucha pena, porque muchos veranos ella fue mi compañera, y mientras yo trabajaba cámara en mano ella se sentaba a mi lado y hablábamos de sus dibus favoritos, sus amigos del cole y cualquier otro pensamiento que apareciera en su cabecita.
Si vieras muchas de mis fotos de producto antes de pasar por el recorte en post-producción te reirías al ver como se asoman ponis rosas o restos de galletas en la mayoría de ellas...

Pero como todos los niños, al hacerse mayor pierden el interés por muchas cosas que antes les parecían fascinantes, y hasta hace unas semanas Ali se aburría si no le prestaba atención, y quería irse a jugar a otro sitio. 

¿Cómo conseguí que se interesara al menos un poquito por la fotografía y compartiéramos esos momentos juntas en vez de tener que estar separadas una en cada punta de la casa?
Dándole una cámara. 

Imprime sus fotos

No ha habido nada más satisfactorio para la pequeña que ver sus propias fotos en papel. Puedes hacerlo de muchas formas, dándole una cámara desechable (esta idea la vi en el blog Love Taza y me encantó) y luego revelarlo, imprimiendo las de alguna digital que ya no uses o incluso con una polaroid o fuji, esta última es su preferida.

Poder ver las fotos que han sacado hará la experiencia para ellos mucho más real, y querrán involucrarse más cuando te vean con la cámara. 

Cread juntos/as un proyecto con sus fotos

Tengo pendiente un post con diferentes proyectos que pueden hacerse con peques y con fotos, puede ser un álbum, un móvil, o incluso una caja para guardarlas.
Cualquier cosa que le permita jugar y crear con las fotos que ha sacado es válida. Además, los tiene entretenidos un rato, y eso es siempre un plus.

Feedback 

No basta con un "¡qué foto tan bonita!".

Cuando me siento especialmente orgullosa de una foto no se la muestro a cualquier persona, por supuesto mi pareja se las traga todas, pero sé que la fotografía no es lo suyo y que no va a ver más allá de lo que se ve a simple vista en mi trabajo. (Yo por ejemplo, por mal que me pese soy incapaz de apreciar una buena canción o un buen videojuego, cada persona tiene sus dones y sus intereses, ¿no?)

Entonces, siempre recurro a una de mis compañeras de la guardería, amante de la fotografía como yo, que sabe apreciarlas de verdad de la buena, se da cuenta de todos y cada uno de los detalles de la composición, ve la luz, las sombras, la edición, y que valoren de esta forma tu trabajo es mucho más satisfactorio que un "¡qué bonita!"

Cuéntale al peque lo que te gusta de cada una de las fotos, los colores, la cola del gato que se asoma de fondo, o la cara que pone su hermanito en esa foto. Pregúntale qué ve, qué estaba haciendo en ese momento el perro o qué es lo que más le gusta de todo lo que ve. Te sorprenderás al ver el mundo desde sus ojos, y a la vez harás que se sienta importante y escuchado/a. La fotografía es magia, y poder compartirla con nuestros ratoncitos es un regalo.


¡Espero que los pongáis en práctica y os sirvan!

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